El rincón obscuro de mi alma...

Perpetua noche donde revolotean las luciérnagas, esas que con famélica luz verdosa, iluminan de vez en cuando; las esquinas innacesibles que hay en mi interior.



martes, 8 de febrero de 2011

En segundo plano.

Días efímeros de felicidad maldosa, nutren algo mientras transcurren, dulcemente pulverizan migajas de resquemores empedrados. Pero hasta como burla ácida del mismo tiempo, cuando más deleitada me encuentro; un gesto o una actividad fuera de lo "habitual" me dá un indicio.

"No seré eterno..."Musita fatídico el idilio diurno. Pero aún ante ese escalosfrío, me atrevo a mantenerme optimista; en respuesta salgo de lo "habitual" y peino mis cabellos obscuros en alegres rulos que dancen al viento con cada uno de mis pasos. También trabajo en mi rostro pecoso, untandome un poco de base, rubor y sombras terracota, para enmarcar mis ojos.

Te veo...

Y alegre te tomo del brazo, para caminar en las aburridas callejuelas; no hago caso a la tediosa calma de las calles, ni siquiera al latigueo morboso del sol en todo su esplendor a medio día.

Solo sé que estoy contigo y mi cabeza se recarga en tu hombro un maldito instante que acaba, cuando preso de una ansiedad que pocas veces te conozco; arremetes veloz ante las actividades "planificadas", aún así, ¿Que importa?... estamos juntos, pienso; soportaré amorosa el ímpetu enfadoso de tu impaciencia.

Inmersa entonces, en esta ambivalente obra de buena voluntad, te dejo ser y te acompaño, no hostigo tus trayectos con desviaciones, nisiquiera me atrevo aún a pedirte hagamos algo para mi.

Grave error.

Calma precede al instante ese... en que tu mirada cambia y tu sonrisa se enchueca un poco, "tienes un plan" puedo casi palparlo, entonces con la naturalidad que te sobra; me haces saber que no soy parte de éste, y como en otras ocasiones mi deleite simplemente desaparece.

Sensación amargosa la que sube por mi vientre, no quiero atarte pero ¿Porqué no puedo tenerte?, te vas y no me atrevo a detenerte, sabes que no me ah gustado el cambio de planes, pero de todos modos no es suficiente, te has decidido y simplemente vas hacia allá, rogando me ocupe en otra cosa que no seas tu.

Que loco...

Si eso es lo que me martiriza, que solo quieras "seamos nosotros" cuando tú quieres. Pero no me entiendes. Hace tiempo siendo otro "tú", aprendí que dando todo y dando, me fuí quedando sin nada; ¿No comprendes verdad?... te quiero mucho como para permitirme de nuevo seamos "tú" cuando tu quieres.

Entonces; una sensación que pocas veces eh sentido, me arrebata la cordura, solo quiero irme lejos; llevarme todo lo que sea mío y desaparecer en el horizonte. Huyo al mar como otras veces, a la calma frígida de la soledad visual, orando por dentro que eso sea suficiente para sentirme la protagonista una vez mas.

¿Por qué?...

Porque si no logro sentirme así, entonces me saldré de la obra; no lo interpretes como cobardía, es más bien instinto de sobrevivencia, necesito saber que puedo sobrevivirte porque sino, moriré un poco cada día que quieras ser.

Colapso, no solo porque sucumbo a los embates sangrientos de mi enfado; sino también porque al irme te has dado cuenta, si... de que dejamos de " ser nosotros" para yo ser "yo" solamente, entonces tu propia culpa se estremece ante la ira creciente. Quizá también fuiste otro "yo" hace tiempo por eso aún más las aguas se embravecen.

Es gracioso de verdad, si lo vieras de esta manera; si sintieras mi sentir y lo entendieras, porque la diferencia es que yo eh sido más veces "nosotros", que tú, que "yo" y eso, no sabes de verdad como me enerva.
"¡No es lo mismo!"
 
Podrás decirme, pero no lo entiendo, no quiero ser tú si no has sido yo primero, y así; nos enfrascamos en un estira y afloja, que me hace añorar, que otro día encontremos la manera de ser nosotros de nuevo; y rogar en silencio, para que no te quedes solo siendo tu, ni me quede solo siendo yo.
Esque si... de verdad que sí te quiero.