El rincón obscuro de mi alma...

Perpetua noche donde revolotean las luciérnagas, esas que con famélica luz verdosa, iluminan de vez en cuando; las esquinas innacesibles que hay en mi interior.



martes, 6 de abril de 2021

Escritos vagos... 

He despertado con nostalgia el día de hoy. Nostalgia por las palabras que solían fluir de mis dedos con cierta facilidad, solo necesitaba un espacio en blanco para poder llenarlo de historias o escenas de historias que navegaban por mi mente.

Siento hambre por crear algo que quiera leer, algo que me transporte a los tiempos en que mi mayor preocupación era escribir con congruencia la irrealidad que habitaba en mi mente. Hace varios años ya, la realidad se ha apoderado de todo cuanto hago y soy. Volví a ruinas de escritores de ocasión como solía ser yo, anhelé encontrar alguno perdido por ahí para poder compartir unas cuantas letras pero parece ser que soy la única niña adulta deambulando por aquí.

Entonces pensé en hacer un dibujo, hace meses que tengo uno pero no me he dado el tiempo de terminarlo, es solo que la escena en sí es sobre una lucha de la cual aún no he salido supongo que por ello no tengo mucha inspiración para concentrarme en los detalles de la misma.

Creí que quizá si podía redactarla, la pelea conmigo misma, con mi entorno, podría encontrar el camino de vuelta a lo que escribía pero empiezo a perder la esperanza, solo un poco, muy poco.

A veces pienso que así, de esa manera era como solía superar las adversidades, me sumergía en otro mundo, en mis ideas y volvía mis luchas trascendentales no solo para mi misma sino para un universo imaginario que colapsaría si me rendía de alguna manera, de alguna, porque hasta en una derrota podía encontrar belleza dependiendo de las palabras, de los versos o incluso de las canciones que sonarían de acompañamiento.

Todo debía tener un significado porque era una preparación a la siguiente historia y eso volvía emocionante la lucha y la conclusión de la misma. La realidad es un poco más parca.

No puedo ver más allá de lo que hay ahora y pensar en ello podría volverme loca, las heridas no son unas que puedan sanarse con el poder de la sangre de un Dios y muchas de las batallas no tienen sentido, solo son batallas para salir de un problema y pasar al siguiente. Los tiempos de paz son monótonos porque después de la guerra solo queda destrucción, ruinas, fragmentos de uno mismo y de las personas que estuvieron implicadas.

Empezar nuevas historias no es tan sencillo como escribirlas, es de hecho muy difícil, armarse solo de la idea de comenzar otra vez... Con el tiempo ya ni siquiera me queda esa negativa incertidumbre de lo que "puede ser", es más un hastío de "Bah... debo empezar de nuevo", no sé por qué. Tampoco sé si les sucede a todos, solo sé que a mi se me ha hecho algo automático, que ha dejado de tener ese peso que solía tener ni para bien ni para mal, es solo "algo" que debo hacer.

A veces me choca esa sensación con la fe que tengo de mi misma, como si me preguntara desde el fondo de mi alma si de esto se trata la vida, si solo debo continuar porque... por que si, por que estoy viva, porque tengo responsabilidades, porque soy un adulto "responsable", porque soy yo.

Hay días que no le veo un objetivo a ello, no más allá de seguir porque respiro o que respiro hacia mi muerte lentamente o quizá estoy muerta ya y en realidad es mi lucha por revivir...

¿Quién lo sabe?