El rincón obscuro de mi alma...

Perpetua noche donde revolotean las luciérnagas, esas que con famélica luz verdosa, iluminan de vez en cuando; las esquinas innacesibles que hay en mi interior.



miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un año que fueron tres.

Es loco, como pasa el tiempo de repente, empecé este blog a mis 28 y ya casi cumplo 31, tristemente no han cambiado muchas cosas desde entonces, de hecho parecieran seguir peligrosamente igual o al menos parecidas.

Dejé de escribir normalmente porque me percaté que escribía cosas muy tristes y ¿Qué tan agradable puede ser leer cosas asi?...

Debo confesar que una vez que escribo, difícilmente vuelvo a leer. Quizá tiempo después me siento valiente y me atrevo a regresar a esas letras. Supongo que cada vez que eh escrito me eh sentido igual, desesperada, incomprendida y demás.

Hace tres años me enfrasqué en una nueva aventura, una que me tomó por sorpresa, una que no busqué pero se dió, ah sido confusa desde el inicio hasta ahora, siempre tuvo aspectos muy positivos aun los tiene pero, a veces parecen solo destellos de algo que fué.

Justo ahora en este momento, no sé en donde estoy parada o si estoy parada siquiera. Eso es molesto y me llena de miedo, sobretodo porque predomina esa sensación de que terminaré rota y mi mente se resiste a esa idea. Pasará lo que tenga que pasar, eso lo tengo más que claro, a veces solo quisiera que además ocurriera rápido, asi es menos el lapso de incertidumbre y así es menos lo que crece la esperanza.

Me pregunto que es lo que me trajo hasta aqui, que es lo que me sigue manteniendo aqui, que plan tendrá Dios para mi, ojalá apareciera y me respondiera, ojalá me hablara al espíritu y me abrazara para que me deje llorar con la certeza de que todo se arreglará de una u otra manera. Finalmente creyente si soy y si ya no puedo con todo esto que me está sucediendo, con mucho gusto lo dejo en tus manos padre.

Quizá empecé escribiendo esto queriendo escribirtelo a ti, porque tal vez en la pausa de plasmar cada frase me llegue tu voz dándome la paz que tan angustiosamente deseo en estos momentos. Te amo padre y confío en ti ciegamente, me siento impotente ante la situación por la que atravieso ahora, me llena de miedo estar en la antesala de un deja-vú; quisiera tener las respuestas aqui en el escritorio y las opciones para que todo se resuelva más pronto pero no es así.

En algún lugar cuando creaste al mundo estableciste que la vida no es fácil, puedo aceptar eso, incluso que las cosas no sean como yo quiero porque al final entiendo que no hay mejor respuesta que la que tu proporcionas.

¿Podrías dármela ya?... No...

Ya se... las cosas son a tu tiempo y debo ser paciente, ¿Que hago mientras?, ¿Como combato mi ansiedad y mi angustia?, odio la incertidumbre y nadie mejor que tu lo sabe,  ultimamente me pregunto porqué soy como soy, si no soy mala creo, porqué no puedo estar bien de verdad?...

¿Que es lo que me falta hacer?... o quizá ¿Que es lo que debo dejar de hacer?....