El rincón obscuro de mi alma...

Perpetua noche donde revolotean las luciérnagas, esas que con famélica luz verdosa, iluminan de vez en cuando; las esquinas innacesibles que hay en mi interior.



jueves, 1 de noviembre de 2012

Jorge del sábado

Tengo algo que decirte, confieso que es la más pura verdad, lo que te diré es lo que siento llanamente.
Te extraño.
Así  compleja y simplemente… te extraño, desesperadamente te extraño.
Es jueves apenas, miro el calendario ansiando que llegue el sábado, tan solo por la sublime posibilidad de volver a verte.
Esta semana ah sido particularmente difícil, te has ausentado más días de los que imaginaba. A cambio eh visto al Jorge del domingo y el del lunes, que eran como tú pero a kilómetros de distancia; sin la cercanía de tu respiración cálida golpeando mis mejillas, con la ausencia pérfida del abrazo de tu piel arropándome.
Pero podía escucharte por el teléfono, podía leerte en los mensajes; que me enviabas, respondiendo a las trivialidades del pasar de mi día. Estabas ahí, lo sé porque te ví entre las palabras cariñosas y la voz hastiada de mi ausencia, justo como me sentía yo al escucharte hablar desde tan lejos.
Pero entonces, llegó el Jorge del martes, ese que a veces se presenta otro día de la semana, cualquiera. No es nada como tú, el es  inseguro e hiriente; no cree en mi ni en mi amor, no confía ni en su sombra, mucho menos en lo que yo haga o diga.
Callé hasta donde pude, esperando que en algún momento volvieras a salvarme y a hacerme sentir segura; pero, cuando ví que no llegabas !Me desesperé¡. Entonces vino la Gaby del martes, una que me hace pensar las peores cosas y reaccionar de la peor forma posible, tan solo porque tiene tanto miedo de salir herida.
Mi Jorge del sábado…
No sabes cuánto te extrañé esta semana, quizá quisiste venir pero esa Gaby, ese martes; no te permitió acercarte. Mi ceguera, mis emociones, mi enojo no me dejó abrazarte cuando pudiste volver. Me di cuenta cuando iba caminando a casa, en el trayecto pelee contra ella, pero al llegar; me di cuenta que era tarde porque ya te habías ido.
No sabes cuánto me arrepiento, ojalá pudieras disculparme; es que el Jorge del martes me alteró mucho, ¡Me hizo sentir que no me amabas!, ¡Me hizo sentir que no volvería a verte!. Me hizo sentir sola en la obscuridad de nuestra casa y lloré hasta dormida, sintiendo que te perdería para siempre y todo porque me dijo cosas que sé que tú no me dirías.
Fue una noche horrible, te llamé pero no estabas, solo estaba él y todo lo que intenté decir para que volvieras fue inútil, era tarde muy tarde. Lo siento mucho mi amor…
Zozobro ahora, luego de lidiar con el Jorge del miércoles que es distante y frío, y el Jorge del jueves que es arrogante y orgulloso, este me dice las cosas cargadas con cierto aire, que amenaza el regreso del martes... me hace callar y suspirar con tristeza, deseando con todas mis fuerzas que vuelvas tú y solo tú.
Te extraño… mucho.
Si tengo suerte quizá en el Jorge de mañana pueda verte ojalá Dios quiera que pueda ser así, solo quisiera que vinieras pronto, soy la Gaby del sábado, la del domingo, la del lunes, la del miércoles, la del jueves, la del viernes...
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario